El Internet de las Cosas

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Casi como un antibiótico “de amplio espectro”, el concepto de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) puede aplicarse tanto a cuestiones de la vida cotidiana como a desarrollos de tono futurista.

Cada vez son más empresas las que se suman al fenómeno de IoT (Internet of Things), y esto quedó demostrado en la pasada edición de Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, una de las exposiciones de tecnología más importantes del mundo en la que se presentaron productos basados en este concepto que rozan la ciencia ficción.

Algunos de los objetos más interesantes que se presentaron en la CES fueron, por ejemplo, un termómetro que se pega a la piel, mide las temperatura corporal las 24 horas y, en caso de fiebre, envía una alerta a nuestro celular; también se dio a conocer un dispositivo de vigilancia que incluye visión nocturna y cobertura de 180 grados, un detector de movimiento, detector de humo y de calidad del aire, medidor de temperatura e iluminación, todas funcionalidades que pueden controlarse desde un dispositivo móvil.
Y las posibilidades no quedan a nivel de la fantasía, porque las cifras que se manejan alrededor de IoT demuestran que los pronósticos son más que alentadores: un estudio de la firma Accenture indica que hacia 2030Internet de las cosas contribuirá con 14,2 billones de dólares (millones de millones) a la economía global. Otro estudio, presentado por Cisco, prevé que en la próxima década, IoT generará ganancias por 870 millones de dólares en Latinoamérica, de los cuales 19.800 corresponderían a la Argentina.